En este año 2009, hemos visto como muchas sociedades se han querido sumar al llamado movimiento verde. Muchas lo ven como una posible salida a la crisis. Esperemos que esto no se quede solo en palabras y se demuestre con hechos los cuales no se muevan exclusivamente por el movimiento verde de los dolares sino por una mentalidad más acorde con el medio ambiente. Para que algo resulte bien, se tiene que estar convencido de que es la mejor opción. Desde la persona más importante encargada de mover la sociedad, hasta el individuo que menos la represente.
Aprovecharemos este primer texto de la segunda etapa para opinar brevemente de uno de los casos más comentados en Septiembre, la eliminación de las bolsas de una cadena de supermercados, Carrefour.
La idea es buena, le pese a quién le pese. La eliminación de las bolsas a la hora de llevar la compra, evita la generación de muchos residuos. Ese es el hecho objetivo. Mucha gente defiende que esas bolsas las usaban como bolsas de basura, las reutilizaban. Bien, ese es un buen uso para volver a utilizar algo que de otra manera sería directamente un residuo. Pero por mucho que reutilicemos, alguna bolsa siempre se rompen al meter los productos (de hecho es bastante normal). Esa bolsa ya es inservible. Ya no se puede reutilizar. La siguiente posibilidad sería reciclar. ¿Cuantos de ustedes cogen esa bolsa rota se la llevan y la reciclan en el cubo amarillo?. Desde luego que no lo hace todo el mundo. Por lo tanto, sea como fuere, el dar las bolsas generará residuos.
Esto no exime a estos grandes almacenes su responsabilidad, ya que a parte de vender bolsas más duraderas (aunque bastante endebles) podrían haber aportado otras soluciones. Han montado una campaña publicitaria para demonizar a las bolsas, pero no han propuesto diferentes maneras de afrontar este cambio. Una campaña publicitaria de cómo realizar la compra sin las bolsas no se hubiera echado de menos. Podía haber promocionado los carritos de la compra o las bolsas de tela (mucho más resistentes que sus "ecológicas") ofreciendo descuentos hubiera sido una propuesta más comprometida. Pero claro también más costosa económicamente hablando.
La hipocresía de la medida llega cuando se analiza el problema de las bolsas a fondo y desde el origen ¿Quienes fueron los causantes de este problema? ¿Quienes regalaban las bolsas hasta la saciedad haciendo olvidar la sana costumbre de hacer la compra con carrito y bolsas de tela? ¿Quienes eliminaron envases ecológicos como eran las botellas de vidrio, que llevabas el famoso "casco" a la tienda y te daban la botella de gaseosa (lo mismo con las cajas de botellines)? Pero es que almacenar estos envases costaba dinero, mejor producimos residuos que nos sale más barato... pero no a la naturaleza.
En conclusión dos premisas. Las cosas deben hacerse con convencimiento y con coherencia(¿por qué bolsas sí botellas de vidrio no?). Y segundo, a la hora de tratar los residuos siempre hay que seguir este orden: 1 Evitar producir el residuo. 2 Reutilizar el objeto, darle una nueva vida. 3 Reciclar o valorar (obtener energía) el residuo. 4 Eliminar el residuo que es lo que deben hacer las autoridades después de tirarlo a la basura normal
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